1. Ante un niño con estas características, debemos descartar:

¡Respuesta correcta! ¡Respuesta errónea!

Generalmente, los niños más pequeños (6-9 años) suelen acudir a la consulta médica por presentar dificultades académicas y de comportamiento en clase, que incluyen síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad (múltiples accidentes). Los niños más mayores (>12 años), especialmente las niñas, suelen acudir a la consulta médica debido a un fracaso académico. Aunque los síntomas parezcan claros, deben descartarse problemas de visión y audición, otras enfermedades médicas (p. ej., hipertiroidismo, anemia, parásitos intestinales...) y otros problemas psiquiátricos, como ansiedad (miedos, fobias), trastorno del espectro autista (suele empezar desde edades tempranas), etc.

2. Este niño parece no tener un trastorno de ansiedad porque:

¡Respuesta correcta! ¡Respuesta errónea!

La ansiedad es muy frecuente en los niños, y se manifiesta por miedos desproporcionados que impactan negativamente en su vida: a dormir solo, a la oscuridad, a quedarse en casa de otras personas a dormir (lejos de los padres) o a ir a campamentos, excursiones, etc. También puede manifestarse como fobias a estímulos concretos: animales (perros, arañas, serpientes), agentes ambientales (alturas, tormentas, agua), dolor (inyecciones, analíticas, sangre, hacerse heridas) o ciertas situaciones (ir en ascensor, pasar un puente, viajar en avión, estar en sitios cerrados...). Es importante diferenciar la ansiedad de la inquietud psicomotriz. El TDAH y la ansiedad pueden ser comórbidos, luego uno no excluye al otro, y la ansiedad puede aparecer en niños con una inteligencia normal o no, con o sin problemas de lenguaje y con o sin problemas de lectura.

3. Si tratáramos el TDAH de este niño, dentro de un plan multimodal, con psicoeducación, apoyo académico y medicación:

¡Respuesta correcta! ¡Respuesta errónea!

Como pesa 30 kg, la dosis diana debería ser de 30-36 mg de metilfenidato, o 30-50 mg de lisdexanfetamina, pero como ésta precisa visado, se empieza primero por metilfenidato. Se inicia con 18 mg de OROS-metilfenidato (Concerta®), cuyo efecto dura 12 horas, y tras mantenerlo durante 1 semana se sube a 27 mg/día o directamente a 36 mg/día. No tiene sentido mantener la pauta de 18 mg/día durante semanas porque seguramente el niño no responderá al tratamiento. Los niños con TDAH generalmente no necesitan una adaptación curricular significativa, ni desde luego una educación especial. Pueden beneficiarse de una adaptación curricular no significativa. Los entrenamientos en habilidades sociales les pueden venir bien, pero en este caso probablemente el niño mejorará al remitir la inatención y la impulsividad con la medicación.

4. Ante la respuesta clínica del paciente tras 1 mes de medicación, deberíamos:

¡Respuesta correcta! ¡Respuesta errónea!

Este niño presenta una respuesta inicial buena, bastante clara y consistente, tanto en casa como en el colegio, con una mejora académica, en el nivel de supervisión que precisa (ahora menor) y en su humor. Ahora está más contento al verse capaz de conseguir las cosas él solo. Se debería mantener todo igual y volver a valorar el caso en unos meses. Se puede reforzar algo la cena, pero la bajada de peso seguramente revertirá en la siguiente visita. Ha pasado muy poco tiempo para saber si el hecho de que no haya crecido nada es importante o no.

PREGUNTAS CASO CLÍNICO TEMA 3